Schorschbock 57: pura concentración.

Germany strikes back again: Alemania golpea de nuevo. Después de algo más de un año sin su título de cervecería que fabrica la cerveza más fuerte del mundo, Schorschbräu vuelve a ostentar este "galardón" con su Schorschbock 57.


Se trata de una cerveza de 57,7% de alcohol en volumen, conseguida por el método Eisbock. Este método consiste en congelar parte de la cerveza (el agua) para luego eliminar los cristales de hielo (eis, en alemán) y así conseguir una bebida con mayor concentración alcohólica.

Según las propias palabras de Georg Tscheuschner, maestro cervecero de Schorschbräu, "la medición mostró 59,82% de alcohol, pero para conseguir un mejor color la mezclé con una bock de 45%, que dio como resultado la cerveza de record mundial de 57,7% vol." La entrevista completa se puede leer (en inglés) aquí.

Para los que estén interesados en comprar esta cerveza, decir que se han fabricado un total de 36 botellas, y que se venden al módico precio de 200€ cada una (si es que a estas alturas aún queda alguna, claro...)

El proceso de fabricación de una Eisbock no es nada nuevo en la fabricación de cerveza. Aunque no se sabe a ciencia cierta cuando ni donde se originó este estilo, se sabe que su descubrimiento (como casi todo en esto de la gastronomía) fue un accidente, y se cree que ocurrió del siguiente modo:
Allá por el invierno de 1890, en la cervecería Reichelbräu de Kulmbach (Alemania), se ordenó a un mozo que llevase rodando unos barriles de Bockbier desde el patio trasero de la cervecería a la bodega y que cerrase la tienda. Pero después de un duro día de trabajo, el mozo pensó que no habría nada de malo en dejar la cerveza fuera toda la noche, y que ya se ocuparía de cumplir la orden de su jefe a la mañana siguiente.

Aquella noche resultó ser especialmente fría, con lo que los barriles se congelaron y estallaron. A la mañana siguiente, cuando los trabajadores de la cervecería volvieron al trabajo descubrieron todo lo que había pasado con la cerveza y pensaron que ésta se había echado a perder. Pero cuando la examinaron con atención, descubrieron que en el centro de cada barril se había concentrado un líquido marrón, turbio. Lo que los cerveceros no sabían era que el alcohol se congela a una temperatura muy inferior a la del agua, y que al irse congelando de fuera hacia dentro se iba concentrando en el centro del barril un líquido con alto contenido alcohólico que contenía además toda la esencia del sabor a malta de la Bockbier.

El dueño de la cervecería, como castigo, ordenó al mozo que había dejado los barriles fuera que se bebiese ese líquido marrón. El asustado mozo comenzó a beber, tal y como le habían ordenado, al principio con pequeños sorbos, pero poco a poco con sorbos cada vez más grandes y más placenteros. En el centro de cada barril se encontraba la cerveza más dulce, más fuerte y más deliciosa que se había fabricado nunca. Y este mozo fue la primera persona en el mundo en probar una Eisbock.

Por supuesto, y haciendo un esfuerzo de generosidad, el mozo dejó que sus compañeros probasen un poco de su castigo...jjj.

Hoy en día, la Reichelbräu ha pasado a formar parte del conglomerado cervecero Kulmbacher, y en Kulmbach se denomina a la Eisbock "G'frorns", que en la lengua local significa "algo congelado".


Pero volviendo al asunto que nos ocupa, el título de "cerveza más fuerte del mundo" estaba anteriormente en manos de los escoceses de Brewdog, con su The End of History, con un 55% de alcohol.


Ya hablé de esta cerveza en The End of History (julio de 2010), y de la guerra que mantenían (o mantienen, esto ya lo veremos...) estas dos cerveceras para hacerse con este título.

Así es como estaba hasta el mes de octubre el ranking de cervezas más fuertes del mundo:


Como se puede ver, desde el lanzamiento en 2007 de la Samuel Adams Utopias de 27% de alcohol, todas las demás son cervezas de Schorschbräu y de Brewdog.

Pero, ¿será este el último capítulo?

Según se desprende de las palabras de Georg Tscheuschner, no hay ninguna intención por su parte de continuar con esta guerra, y tal y como anunciaron los escoceses de Brewdog cuando lanzaron su The End of History, no habrá ningún otro intento de continuar con esta guerra de alcohol, porque para ellos ése era "el fin de la historia".

Pero yo creo que esto no se queda aquí, y si no, el tiempo nos dirá...

Comentarios

  1. Hola Manu:


    A mí no me gusta mucho la cerveza, pero sí he leido con interés tu entrada. Espero que nos sorprendas pronto con una recetita guapa con o sin cerveza.
    Un saludo
    Raquel

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  2. Hola Raquel.

    El mundo de la cerveza es apasionante, te lo aseguro. El problema es que aquí en España no se conoce más que una ínfima parte de este mundo (somos un país de tradición vinícola), y lo poco que se conoce suele ser de muy mala calidad.

    Alguna receta tengo preparada, pero irán saliendo poco a poco...

    Un saludo ;)

    Manu

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