Apfelstrudel

Ayer, apurando ya las últimas cerezas, y aprovechando que había comida familiar, preparé una de las recetas que más nos gustan en casa: Apfelstrudel, o lo que es lo mismo Strudel de manzanas, pero esta vez con mermelada de cerezas.


Un strudel es un rollo de masa relleno, y, aunque el relleno más habitual es el de manzana, se puede rellenar de cualquier tipo de fruta, e incluso se puede encontrar como plato salado, con zanahoria, calabaza, jamón, queso, etc. Es típico de la cocina austríaca y del sur de Alemania (la palabra strudel significa remolino en alemán), aunque también es muy popular en otros países como Hungría (Rétes), Eslovenia (štrudelj o zavitek), Rumanía (ştrudel), Croacia (štrudla o savijača), Eslovaquia (štrúdľa o závin) o incluso en Israel (שטרודל).

Nosotros lo probamos por primera vez en Praga (en la República Checa se conoce como závin o štrúdl) durante nuestra luna de miel, en uno de los muchos y estupendos restaurantes que están en la subida al castillo, en el barrio de Malá Strana. Habíamos oído hablar de este postre pero nunca lo habíamos probado, y nos pareció delicioso. Lo servían templado, con una masa fina y crujiente, sobre una crema templada de vainilla. ¡¡Nos encantó!!

De regreso en España me puse a buscar la receta y, de las muchas que encontré, hice una especie de adaptación propia, que es la que hoy pongo aquí.


La primera receta escrita de Strudel de la que se tiene constancia data de 1696 y se encuentra en la Biblioteca de Viena (Wienbibliothek), aunque se sabe que el origen de la masa del Strudel está en Oriente Medio durante el Imperio Bizantino, y es muy similar a la del baklava turco.

Ésta es una versión simplificada porque, en lugar de usar la masa austríaca propia del Strudel (algún día me animaré a hacerla...), utilizo masa de hojaldre congelada, que resulta mucho más cómoda y, aunque el resultado no es el mismo, no le queda nada mal. Como anécdota decir que se sabe que la masa está suficientemente estirada cuando se puede leer el periódico a través de ella o, como decía el cocinero del emperador del Imperio Austríaco, que se pudiese leer a través de ella una carta de amor... Yo estiré tanto esta masa que una vez dentro del horno se fue rompiendo, como se puede ver en las fotos, pero no hay problema porque el sabor sigue siendo igual de bueno...



INGREDIENTES:
  • 500 g de hojaldre en 2 planchas rectangulares
  • 2 manzanas grandes
  • 1 bote de mermelada de cerezas*
  • 80 g de nueces picadas
  • Canela en polvo
  • 60 g de mantequilla
  • 30 g de pan rallado
  • 1 huevo batido
  • Azúcar glas
* Mermelada de cerezas:
  • 750 g de cerezas frescas
  • 200 g de azúcar


PREPARACIÓN:

1- Preparar la mermelada de cerezas. Para ello, deshuesar las cerezas y ponerlas en una olla con el azúcar. Poner al fuego y cocer a fuego lento durante 1 hora aproximadamente o hasta que coja una consistencia algo densa, removiendo de vez en cuando. Retirar del fuego y reservar.

2- Derretir la mantequilla en un cazo. Cuando esté derretida añadir el pan rallado, mezclar bien y reservar.

3- Con ayuda de un rodillo y algo de harina, estirar la primera de las planchas de hojaldre hasta que tenga la longitud de la bandeja de horno. Con ayuda de un pincel de cocina, pintar la plancha de hojaldre con la mantequilla y el pan rallado.

4- Pelar la primera manzana, quitarle el corazón y picarla en láminas finas. Colocar las láminas de manzana sobre la plancha de hojaldre. Espolvorear con canela al gusto. A continuación echar por encima la mitad de la mermelada de cerezas y la mitad de las nueces picadas. Pintar los bordes de la plancha de hojaldre con huevo batido.

5- Estirar la segunda lámina de hojaldre hasta que tenga el mismo tamaño que la primera. Colocarla encima de la preparación anterior y repetir todo el proceso: mantequilla con pan rallado, manzana laminada, canela, cerezas, nueces y volver a pintar los bordes.

6- Ahora toca enrollar el strudel. Para ello haremos como si se tratase de un canelón gigante, pero con cuidado de no romper ni agujerear a masa de hojaldre con los dedos. Una vez enrollado, se cierran los dos extremos como si cerrásemos un sobre.

7- Se pasa con mucho cuidado a la bandeja del horno. Lo mejor es utilizar un Silpat o, como yo, un tapete de silicona para evitar que se pegue a la bandeja. Si no tenéis esto, poned papel de horno engrasado con mantequilla. Se pinta toda la superficie con más huevo batido, se pincha en 2 ó 3 sitios con un palillo, y se mete en horno precalentado a 180ºC durante 30 ó 35 minutos, o hasta que tenga un bonito color dorado.

8- Espolvorear con azúcar glas.

9- Servir preferiblemente templado, acompañado de unas natillas suaves, una crema inglesa, o alguna crema similar con aroma a vainilla.


Si no os apetece hacer la mermelada de cerezas, se puede comprar alguna mermelada de cerezas de buena calidad, con lo que tendremos una receta mucho más fácil, pero ya no será un postre tan casero...

Por supuesto se pueden variar las medidas de los ingredientes a nuestro gusto. Esto no es un bizcocho en el que tenemos que ajustarnos lo más posible a unas medidas dadas. Se puede poner más ó menos manzana, más o menos canela, más o menos nueces, se puede cambiar las cerezas por otra mermelada que nos guste más, se puede prescindir de la mantequilla y del pan rallado, etc. Insisto en que este strudel es una adaptación mía, así que animaos a hacer vuestra propia versión...

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